viernes, 10 de febrero de 2012

Mientras Robe encuentra a su princesa
que habla con la Luna,
yo arrastro las suelas de mis zapatos desgastados
por las calles empedradas,
las cuestas eternas
que devuelven el eco ronco
de mis pasos.

Frío.
Y la caja de colores dice
que no ha hecho más que empezar.
Hielo.
Que cruje bajo mis pies
una noche de febrero.
Extraño.
Como el que sigue latiendo ahí debajo,
entre cartones de arterias,
envuelto en arapos.

Daniel González Hacha

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