martes, 20 de abril de 2010

Soy de una juventud anquilosada,
soy de un sueño maldito,
de una vida destinada
a hacerlo todo por escrito.

No pertenezco a mi mundo,
no lucho, ni pienso, ni siento,
soy de una juventud muda,
de un paraje somnoliento.

Monotonía, desastres, corrupción, destierro.
Nada cambia, todo sigue;
no tengo argumentos.

Impasible miro el gris que ocupa todo:
sólo veo huecos negros
que poco a poco se llenarán de rojo
y no habrá tiempo para entierros.

No soy de un todo, ni de un grupo, ni de un solo:
soy de una juventud que hiberna,
soy de una juventud que se derrama,
soy de una juventud que no reclama,
estéril,sin frutos que broten de sus ramas.

María Alcaide

2 comentarios:

  1. Tenías razón, es algo triste la verdad.
    Aunque me encanta, hay muchas personas que se sienten así alguna vez o todos los días de su vida... Lo que no entiendo es qué te llevó a escribir esto cuando, desde mi punto de vista, tienes razones de más para ser feliz.

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  2. No hay duda de que esta verdad amarga nos rodea.Es precioso,cada línea leida es una llamada al corazón, una llamada a intentar cambiar el mundo... María me encanta.Gracias por hacerme reflexionar, ya que es cierto todo esta escrito... todo, todo... que triste...

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